lunes, 22 de marzo de 2010

Asteroides y la extinción de los dinosaurios




La extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años no puede explicarse solamente por el choque de un asteroide contra la Tierra, sino que es el resultado de un largo proceso de transformación climática, según resultados de una investigación revelados el viernes por un paleontólogo alemán.

El asteroide sólo fue "el último elemento catastrófico" que siguió a "por lo menos 500.000 años de fluctuaciones masivas del clima" que debilitaron gravemente el ecosistema, declaró a la AFP el paleontólogo Michael Prauss, de la Universidad de Berlín.


A principios de marzo, la revista científica norteamericana Science dio cuenta de los trabajos de un grupo de científicos que atribuían la desaparición de los dinosaurios a un gigantesco asteroide que cayó en la actual región mexicana de Yucatán.

"Contrariamente a la publicación en Science, que no hizo más que reunir elementos ya conocidos, mi trabajo se basa en nuevos datos (...) que permiten reconsiderar todo desde un nuevo punto de vista", dijo Prauss.

El paleontólogo alemán trabaja desde 2005 con un equipo científico internacional en el marco de un proyecto de la agencia alemana de investigaciones científicas (DFG). Este equipo analizó rocas y muestras procedentes de una perforación de 25 metros de profundidad de Texas (EEUU), mil kilómetros al noroeste del cráter del asteroide.

Los trabajos permitieron demostrar la existencia, mucho antes del choque del asteroide, de transformaciones climáticas importantes, "provocadas probablemente por la actividad volcánica" que tuvo lugar durante varios millones de años en la actual India, señala un comunicado de la Universidad libre de Berlín.

Según Prauss, "el estrés climático de larga duración producido por ello, al que evidentemente el choque del meteorito contribuyó a fin de cuentas, explica la crisis de la biosfera y la extinción masiva" de especies en el Cretáceo terciario.

sábado, 20 de marzo de 2010

Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet

Nos sumamos a los blogs que republican hoy el manifiesto conjunto del pasado mes de diciembre ante lo extremadamente grave que nos parecía y nos parece esto, y animamos a todo el mundo a hacer lo mismo: Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:


1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red, en España ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Se ha publicado en multitud de sitios web. Si estás de acuerdo y quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

viernes, 19 de marzo de 2010

miércoles, 17 de marzo de 2010

lunes, 15 de marzo de 2010

sábado, 13 de marzo de 2010

viernes, 12 de marzo de 2010

¿Cuantas "Tierras" hay en la Galaxia?



La respuesta es, obviamente, que nadie lo sabe. Todavía, al menos. Pero eso no impide que podamos estimar el número teniendo en cuenta lo que sabemos sobre los exoplanetas detectados hasta la fecha. Al fin y al cabo, la búsqueda de planetas similares al nuestro es una de las prioridades de la astronomía moderna.
Los planetas similares a la Tierra reciben el nombre de exotierras, es decir, un planeta extrasolar terrestre situado en la zona habitable de su estrella. Normalmente se define un planeta terrestre como cualquier mundo con 1-10 veces la masa de la Tierra, aunque otras definiciones sugieren un límite inferior de 0,3 masas terrestres. La definición de zona habitable es más compleja, pues se define como la zona alrededor de una estrella donde puede existir agua líquida de forma estable en la superficie de un planeta. Esto implica que los principales factores a tener en cuenta son la luminosidad y la temperatura efectiva de la estrella, lo que a su vez depende del tipo espectral y edad de la misma. Sin embargo, la definición de zona habitable también depende de las características del planeta (periodo de rotación, composición atmosférica, inclinación del eje, etc.), algo muy complicado de calcular con precisión.

Si sólo tenemos en cuenta las características de la estrella, el área de la zona habitable varía enormemente según el tipo espectral: por ejemplo, la zona habitable alrededor de una estrella enana roja (tipo M) tiene solamente una quinta parte del tamaño de la zona habitable alrededor de una estrella de tipo solar (tipo G). Teniendo en cuenta estas variables, podemos utilizar métodos numéricos para calcular la probabilidad de encontrar un planeta terrestre en su zona habitable.

Y esto es precisamente lo que ha hecho el equipo de Jianpo Guo (National Astronomical Observatories, en China), que ha empleado Métodos Monte Carlo para calcular la probabilidad de la existencia de exotierras. Suponiendo que nuestra galaxia tiene unos 300 mil millones de estrellas, podemos incluir en la simulación todas aquellas cuyas masas estén comprendidas entre 0,08 y 4 masas solares. El límite inferior es el correspondiente al mínimo de una estrella (para que exista fusión nuclear sostenida) y el superior es el correspondiente a estrellas cuya vida sea de un mínimo de 200 millones de años, tiempo mínimo para que aparezca la vida. El resultado es que el número de planetas terrestres en la Vía Láctea es de unos 45,5 mil millones: 11 548 millones alrededor de estrellas de tipo M, 12 930 millones en las de tipo K, 7622 millones en las de tipo G y 5556 millones en las de tipo F.

Si tenemos en cuenta que la mayor parte de las estrellas de la Galaxia son de tipo M, los resultados pueden parecer sorprendentes, ya que hay más exotierras alrededor de estrellas tipo K, pero hay que tener en cuenta el pequeño tamaño de la zona habitable alrededor de las enanas rojas, lo que explica la baja probabilidad de encontrar un planeta en esta zona.

Aunque el artículo de Guo tiene bastantes puntos poco rigurosos (ArXiv es así) y polémicos -incluyendo el cálculo de mundos con vida inteligente-, no deja de ser una estimación muy aproximada del posible número de planetas similares al nuestro. ¿Hasta qué punto se corresponderá con la realidad?