domingo, 7 de marzo de 2010

Malthus y el futuro de las pensiones


Thomas Robert Malthus  en su Ensayo sobre el principio de la población (1798) describe un principio por el cual la población humana crece en progresión geométrica, mientras que los medios de subsistencia lo hacen en progresión aritmética. Se puede llegar a un punto en el que la población no encontrará recursos suficientes para su subsistencia. Malthus no acertó porque la industrialización elevó la producción de alimentos en los países ricos y, de paso, redujo en ellos la tasa de fertilidad.

Cuando hablamos del futuro de las pensiones, entra en juego el cociente entre las personas que cotizan y las que reciben la pensión. El cociente ha de ser sensiblemente superior a uno, ya que si fuera uno significaría que una persona que trabaja con su cotización ha de mantener a otra que recibe la pensión. Dado que afortunadamente la esperanza de vida va aumentando año a año, también va ir aumentando el número de pensionistas. Obviamente si el denominador aumenta (pensionistas), ha de aumentar el numerador (cotizantes) si queremos que dicho cociente sea suficientemente mayor que uno.

Supuesto pleno empleo

Partamos del supuesto de que vivimos en un mundo ideal donde existiera el pleno empleo. En ese caso para aumentar el cociente deberíamos incrementar la población. ¿Cómo? con políticas que promuevan un aumento de la natalidad y con la llegada de emigrantes.

Adicionalmente si se retrasa la edad media de jubilación estaremos reduciendo el tiempo medio que una persona es pensionista y aumentando el que es cotizante. ¿Cómo aumentar la edad media de jubilación? Se conseguiría básicamente de dos maneras: Evitando prejubilaciones o dicho de otra manera, reduciendo el número de personas que se jubila antes de los 65 años, y/o aumentando el número de personas que se jubilan por encima de los 65 años. Lo ideal sería evitar prejubilaciones, siempre que éstas no estén soportadas totalmente por las empresas y se mantengan las cotizaciones hasta la edad legal de jubilación. Permitir que el trabajador, siempre que disponga la salud requerida para su puesto de trabajo, se jubile cuando considere conveniente a partir de la edad estipulada. El gobierno podría incentivar estas jubilaciones tardías si las necesidades del sistema lo demandara.

Empleo recurso escaso.

No sólo no tenemos pleno empleo sino que la destrucción de empleo aumenta mes a mes.La cantidad de trabajo disponible serían los medios de subsistencia de Malthus, y no sólo no crece en progresión aritmética sino que está decreciendo. La población activa sería la población humana.Tradicionalmente, se ha considerado el trabajo disponible un recurso escaso, por lo que la forma natural de reducir el paro sería reducir la población activa. ¿Cómo? Retrasando la incorporación al mercado de trabajo (aumentando el tiempo de formación de los jóvenes). Adelantando la salida del mercado de trabajo con jubilaciones anticipadas. Por otro lado si el empleo es un bien limitado y el objetivo político es reducir el paro juvenil, hay que forzar la salida del mercado de trabajo a los más mayores favoreciendo las prejubilaciones. Por contra un aumento de la edad media de la edad de jubilación reduciría la posibilidad de los jóvenes de incorporarse al mercado laboral. Todo lo dicho indica que el sistema no es viable que estamos abocados a la catástrofe maltusiana, dado que aumentar la población activa, necesario para la sostenibilidad del sistema de pensiones, no sería viable con un desempleo en aumento.

Conclusión

Malthus no acertó, porque el ser humano no tiró la toalla. La ciencia y la tecnología nos salvó del colapso. Tenemos que invertir la tendencia de destrucción de empleo si queremos tener alguna posibilidad de salvar nuestro sistema de pensiones. Como he analizado, de nada sirve jugar con la edad media de jubilación. La prioridad ha de ser otra, no sólo parar la sangría de la destrucción de empleo, sino perseguir el aumento de éste tendiendo al pleno empleo. Igual que el ser humano tuvo que aplicarse con la alimentación, hoy nos toca a todos concentrarnos en la creación de empleo. Formemos entre todos un gigantesco “brain storming“ para buscar ideas. Aumentemos nuestra productividad invirtiendo en educación y I+D+i. No nos durmamos, porque aunque todavía tenemos tiempo, éste  es más bien escaso.

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