martes, 22 de marzo de 2011

100 Años del niño que no quería crecer.

La primera aparición del personaje fue en uno de los capítulos del libro publicado por Barrie en 1902 llamado El pajarito blanco, una versión literaria de la relación entre el autor y los chicos Llewelyn Davies, estaba enfocada mayoritariamente hacia los lectores adultos.

El 27 de diciembre de 1904 el personaje debutó en teatro, dentro de una puesta en escena bajo el título Peter Pan o el niño que no quiere crecer estrenada en Londres. Mientras tanto, el episodio donde Peter Pan apareció dentro del libro El pajarito blanco fue retomado por Barrie para ser publicado en 1906, ahora dentro de un libro infantil llamado Peter Pan en los Járdines Kensington, el cual fue ilustrado por Arthur Rackham.

Posteriormente, la versión escenificada en Londres terminó siendo adaptada en novela, la cual finalmente fue publicada en 1911 bajo el título de Peter Pan y Wendy (Peter Pan and Wendy).

A partir de entonces se han realizado numerosas adaptaciones del personaje, por medio de secuelas y precuelas en donde se continuaron las aventuras ficticias de Peter Pan. Siguiendo el ejemplo de la versión teatral original de Barrie, y por razones prácticas, generalmente el papel de Peter fue inicialmente interpretado por una mujer adulta.

En 1953, Walt Disney Pictures realizó una película animada, la cual popularizó a nivel mundial al personaje. Un año después, en 1954 fue estrenado en Broadway el musical basado en las novelas literarias de Barrie, el cual debido a su éxito predominante fue retomado en 1979, terminando por escenificarse por última vez en 1998 -contando con una versión televisiva de la última presentación en 2000-.

Tras el estreno de la tercera temporada del musical, Steven Spielberg realizó en 1991 una película llamada Hook donde abarcó por primera vez la vida futura de Peter Pan (ya casado y con dos hijos), el cual fue interpretado por Robin Williams.

La última adaptación fílmica de las aventuras de Peter en Nunca Jamás fue la película Peter Pan, dirigida en 2003 por P. J. Hogan, siendo producida por Universal Pictures, contando con las interpretaciones de Jason Isaacs (Sr. Darling / Capitán Garfio), Jeremy Sumpter (Peter Pan) y Rachel Hurd-Wood (Wendy Darling).

El libro original de Barrie pertenece a esa inclasificable especie denominada literatura infantil y juvenil, un catálogo más ficticio que real en el que sesudos académicos se empeñan en mezclar la prosa casi bíblica de Moby Dick, los enigmas filosófico-matemáticos de Alicia en el País de las Maravillas y, por supuesto, las andanzas del huidizo Pan. Como ha apuntado el poeta Leopoldo María Panero en el prólogo a su traducción de Peter Pan y Wendy para el sello Ediciones Libertarias (1987), «existen dos antecedentes claros de la literatura moderna o de vanguardia: estos son la literatura de terror y la literatura infantil». Porque ambas huyen de las ataduras de lo convencional y, en concreto, la llamada literatura infantil, al apoyarse en la extraña y subjetiva percepción del niño es capaz de explorar guaridas que la mente adulta no se atrevería a pisar.

Así ocurre con la novela de Barrie, cuyo texto original, muy lejano del empalagoso pincel de Disney, contiene párrafos demoledores desde su mismo arranque: «Wendy supo que crecería. Es algo que siempre se sabe después de cumplir los dos años. Los dos años son el principio del fin». Claro que, para huir de ese precipitado fin, siempre se puede regresar a las páginas de esta novela inagotable y viajar, junto a Peter, Wendy, el capitán Garfio, los pieles rojas y Campanilla a la isla de Nunca Jamás y sentarse durante un instante (cien años o así) a la sombra del árbol del ahorcado.

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